No frenar a las corcholatas de AMLO es un precedente peligroso, advierten

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Aún faltan dos meses para que inicie formalmente el proceso electoral de 2024 y la Cuarta Transformación adelantó los tiempos cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador nombró a sus “corcholatas”, es decir, a quienes él considera que podrían sucederlo en la Presidencia de La República.

A mediados de junio de este año, Morena inició el proceso para elegir al “coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación”, el cuál es sólo un pretexto para que las “corcholatas” de AMLO violen las leyes y hagan una campaña electoral abierta.

Para no quedarse atrás, la alianza “Va por México” también inició su proceso para elegir a la persona que encabece su Frente Amplio Opositor.

Sin embargo, los procesos internos del partido oficialista y los de oposición generarán consecuencias graves en caso que las autoridades electorales no pongan un freno.

Así lo advirtió Enrique Quintana en su columna, “INE: un árbitro sin tarjetas ni silbato”, en donde criticó que el Instituto Nacional Electoral (INE) no frene las “asambleas informativas” de Morena y duda que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tenga la fuerza para detener el proselitismo que realizan las “corcholatas” de la 4T.

Si no se impide que Morena siga con las precampañas adelantadas, será prácticamente imposible que puedan resolver algo diferente en lo que toca a las actividades del llamado Frente Amplio Opositor”, subrayó.

Asimismo, advirtió que los procesos internos de Morena y la oposición provocarán que en los futuros comicios los aspirantes se salten las leyes electorales.

El incentivo para ignorar el arbitraje a lo largo del juego es muy grande. Y cuando el árbitro pierde el control de una competencia, sea un partido de fútbol o una elección, entonces puede haber escenarios graves si las faltas van escalando”, apuntó.

Por último, enfatizó que todo esto se podría haber evitado si el INE hubiese aplicado las leyes desde el principio.

En este contexto, nuestro mayor riesgo es que si la contienda del 2024 resulta cerrada, con un árbitro permisivo, podemos llegar a la elección de junio con la amenaza de un conflicto postelectoral, sea cual sea el resultado”, escribió.

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