CDMX: Detectan 21 eventos de huachicol de 2019 a 2023

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Foto Alfredo Domínguez y Yazmín Ortega Cortés

Entre 2019 y 2023, la Ciudad de México enfrentó un desafío significativo en materia de seguridad energética: la detección de 21 eventos de «huachicol» o robo de combustible. Estos incidentes, distribuidos en cinco alcaldías, han puesto de manifiesto la complejidad del problema y sus graves consecuencias para la comunidad.

El caso más notable ocurrió en la colonia Añil, Iztacalco, en agosto de 2019. Un derrame de hidrocarburos generó una crisis que persiste hasta la actualidad, con un costo de remediación que supera los 800 millones de pesos. Los vecinos, como Violeta Armenta Esquivel, propietaria de una miscelánea local, aún viven con el temor provocado por aquel incidente.

La magnitud del derrame fue tal que formó una «alberca» de combustible que se filtró al subsuelo, contaminando aproximadamente medio kilómetro. La intervención de Pemex Logística, en colaboración con Ecoterra Servicios Ambientales, logró retirar unas 37 mil toneladas de suelo contaminado. Sin embargo, los trabajos de remediación no comenzaron hasta mayo de 2023, lo que llevó a acciones legales por parte de los residentes afectados.

21 eventos de huachicol

Este episodio no solo ha tenido consecuencias ambientales y de salud, sino también económicas para los negocios locales. La señora Armenta relata cómo su familia fue desalojada por casi tres meses y cómo, al regresar, enfrentó pérdidas en su negocio debido a mercancía caducada y dificultades para reabastecerse por el cierre de calles.

Aunque la situación ha mejorado, con la reapertura de calles y la disminución de vapores de gasolina, los residentes aún viven con incertidumbre. Un reciente incendio en una fábrica cercana reavivó los temores y evidenció problemas persistentes en la zona, como el bloqueo de vialidades que complica el acceso a servicios de emergencia.

Este caso subraya la importancia de una respuesta rápida y eficaz ante eventos de huachicol, así como la necesidad de medidas preventivas más robustas para proteger a las comunidades y al medio ambiente de los riesgos asociados al robo de combustible.

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